Mientras el juicio por la muerte de Tomás Bravo continúa desarrollándose en el Tribunal Oral en lo Penal de Cañete, surgió un nuevo contratiempo para la parte querellante: el padre del menor, Moisés Bravo, no podrá utilizar pruebas clave recolectadas por la Fundación Amparo y Justicia, que anteriormente actuó como su representante legal en la causa.
La abogada Madeleine Gacitúa, quien actualmente representa al padre del niño, explicó que tras la renuncia de la fundación a su participación en el proceso, los antecedentes reunidos no quedaron disponibles para su cliente. Esta situación obligará a reestructurar parte de la estrategia de la parte querellante, lo que podría implicar la reducción de al menos dos jornadas de audiencia.
El juicio, que ya suma cinco semanas de desarrollo, tiene como único acusado a Jorge Escobar Escobar, tío abuelo del menor, por el delito de abandono de menor con resultado de muerte. De las 33 audiencias originalmente programadas, ya se han suspendido varias por ajustes en la agenda judicial.
Además, tampoco se presentarán las pruebas reunidas por la Defensoría de la Niñez, organismo que decidió no participar del juicio en esta etapa y que evalúa presentar una querella en la segunda línea investigativa del caso, radicada en la Fiscalía de Los Ríos. El defensor nacional de la Niñez, Anuar Quesille, señaló que aún se mantienen a la espera de antecedentes reservados, subrayando el compromiso institucional por esclarecer completamente lo ocurrido.
De no mediar nuevas formalizaciones por parte del Ministerio Público en Valdivia, se prevé que el juicio en Cañete concluya durante la primera semana de julio.