La Fiscalía confirmó que Luis Jarpa Ramírez, imputado por la muerte de su hijastro de 10 años con trastorno del espectro autista (TEA), falleció sin intervención de terceros al interior del penal Biobío, donde cumplía prisión preventiva.
El joven de 22 años fue hallado sin vida en el sector de aislamiento del recinto penitenciario, específicamente en el área de duchas. La Fiscalía ECOH y la Brigada de Homicidios de la PDI concurrieron al lugar, descartando participación de terceros tras revisar las cámaras de seguridad y recopilar testimonios del personal.
El seremi de Justicia del Biobío, Carlos Uslar, indicó que Gendarmería activó los protocolos establecidos, dando aviso inmediato a las autoridades correspondientes.
Jarpa había sido formalizado pocos días antes por el crimen del menor, ocurrido en Talcahuano, y el tribunal había instruido especial resguardo debido a un intento de suicidio previo tras el descubrimiento del hecho.