El Juzgado de Garantía de Talcahuano decretó este viernes la prisión preventiva para Luis Jarpa Ramírez, de 22 años, acusado de causar la muerte de su hijastro de 10 años, un menor diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA). La medida se adoptó tras considerarlo un peligro para la seguridad de la sociedad.
De acuerdo con los antecedentes expuestos durante la audiencia de formalización, el niño murió por asfixia, según el preinforme del Servicio Médico Legal (SML), el cual también reveló la presencia de antiguas lesiones y fracturas en su cuerpo, lo que agravó aún más el caso.
El fiscal Juan Yáñez sostuvo que la condición del menor —quien no podía hablar ni defenderse— incrementa la gravedad del delito, mientras que el juez Felipe Norambuena ordenó el traslado inmediato del imputado al penal Bío Bío de Concepción.
Por su parte, la defensa —representada por la abogada Daniela Díaz— argumentó que Jarpa no tenía la intención de provocar la muerte del menor, y que su actuar habría sido un intento por contener una crisis del niño. Sin embargo, la fiscalía también presentó una denuncia previa por maltrato en contra del acusado.
A solicitud de la defensa, Gendarmería deberá evaluar la posibilidad de reubicar al imputado en un módulo de mayor seguridad dentro del penal.
El tribunal fijó un plazo de tres meses para la investigación.