Empresas chilenas ajustan procesos y apuestan por tecnología ante alza del salario mínimo

Ante el inminente reajuste del salario mínimo a $529.000 —con efecto retroactivo desde mayo y una nueva alza a $539.000 en enero de 2026— las empresas chilenas ya están adaptando sus operaciones. Así lo reveló un estudio de Defontana, que encuestó a 325 líderes empresariales de distintos sectores.

El 49% reportó un aumento moderado en sus costos, mientras que el 16% habló de un impacto significativo. Las industrias más afectadas fueron manufactura, comercio y servicios. A pesar del escenario, un 34% de las empresas aseguró estar totalmente preparada para enfrentar el alza, y solo un 4% indicó estar sin preparación.

El 50% de las organizaciones afirmó que ha optado por optimizar procesos para enfrentar el incremento salarial, por sobre medidas más drásticas como despidos (21%) o tercerización (12%). La tecnología también juega un rol clave: un 58% ya utiliza software de gestión de remuneraciones y un 61% considera necesario incorporar estas herramientas.

Macarena Molina, de Defontana, valoró este enfoque: “Es positivo que las empresas opten por eficiencia en lugar de recortes de personal. La tecnología permite adaptarse sin poner en riesgo el empleo”.

Pymes, las más expuestas

Guillermo Riquelme, académico de la Universidad Autónoma, advirtió que las pymes —que representan más del 95% de las empresas en Chile— son las más vulnerables ante el alza, ya que muchas no cuentan con herramientas tecnológicas ni estructuras de costos flexibles. El experto alertó además sobre una posible alza en la informalidad laboral.

Luis Bonzi, de BDO Chile, subrayó que el verdadero riesgo no está en el reajuste mismo, sino en la falta de planificación. “La tecnología no es un lujo, sino una herramienta clave para sostener la competitividad”, apuntó.

Desde el mundo del emprendimiento, Blanca Vives, CEO de Potencia Empresas, destacó la necesidad de planificación: “El desafío no es solo comprar tecnología, sino aprender a usarla para proteger tanto la caja como los equipos de trabajo”.

Pese a los esfuerzos empresariales, un 49% de las organizaciones declaró no haber recibido subsidios estatales y un 26% consideró insuficientes las ayudas disponibles.

El desafío de adaptarse al nuevo escenario laboral ya comenzó, y la combinación de eficiencia operativa, digitalización y planificación será clave para sostener a las empresas frente al alza del salario mínimo.