El funeral de Boris Padrenas, conocido como “Boris Chico”, se convirtió en el primero declarado de alto riesgo en la región del Biobío. La ceremonia fúnebre, realizada bajo estrictas medidas de seguridad, estuvo marcada por la polémica y la presencia policial, en medio de cuestionamientos sobre los antecedentes del joven de 24 años asesinado el pasado fin de semana en Concepción.
Padrenas fue encontrado sin vida la madrugada del domingo, junto a un vehículo estacionado frente al Sanatorio Alemán. Su muerte ocurrió pocos días después de haber sido detenido por protagonizar una persecución policial que terminó en la comuna de Florida, hecho por el que fue formalizado por porte ilegal de armas y quedó con arresto domiciliario total.
Defensa legal: “No era narcotraficante”
Ángela Contreras, abogada del joven fallecido, negó categóricamente que su representado estuviera vinculado al narcotráfico. Según indicó, la imagen delictual atribuida a Boris Padrenas obedecería al historial de su padre, quien sí fue un conocido narcotraficante y líder de la banda “Los Vejar”.
“Mi representado no tenía antecedentes por tráfico de drogas. Existe un prejuicio por sus vínculos familiares, en especial por la figura de su padre”, aseguró la abogada, añadiendo que la familia del joven rechazó categóricamente la calificación de “funeral de alto riesgo”, decisión que fue ratificada por la Delegación Presidencial pese a sus intentos de revertirla.
En cuanto al homicidio, la jurista anunció que prepara una querella, argumentando que la familia maneja antecedentes que apuntan a un presunto crimen por encargo. La abogada sostiene que el asesinato habría sido ejecutado por un sicario de origen extranjero, hipótesis que será presentada ante la Fiscalía.
Durante el operativo de resguardo del funeral, Carabineros detuvo a tres personas con órdenes de captura vigentes, mientras continúa la investigación por el violento asesinato que conmocionó a la capital penquista y reavivó el debate sobre la criminalidad organizada en la región.