Preocupación y molestia generan entre los vecinos de Brisas del Sol, en Talcahuano, los efectos del nuevo proyecto habitacional aprobado para el sector por la inmobiliaria Valmar, el cual contempla la construcción de 1.684 nuevas viviendas en cinco etapas, lo que elevará el total a 5.468 unidades habitacionales.
La iniciativa, recientemente visada por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), ha sido duramente cuestionada por los residentes, quienes acusan falta de participación ciudadana y advierten graves consecuencias para la ya saturada infraestructura vial, sanitaria y de servicios del barrio.
“Brisas del Sol no resiste más construcciones. No hay vías de evacuación y la presión del agua ya es insuficiente”, expresó Ana Utreras, vecina del sector. A su testimonio se suman denuncias por congestión en horarios punta, ausencia de Cesfam y problemas con el alcantarillado.
Actualmente, no existe una junta de vecinos formalmente constituida, lo que dificulta un diálogo directo con la inmobiliaria y limita la organización barrial frente al proyecto.
Desde Valmar aseguran haber implementado medidas viales como nuevas pistas en Vasco Núñez de Balboa, una nueva salida hacia la trompeta O’Higgins y mejoras en nudos críticos del tránsito. El municipio, en tanto, comprometió fiscalización estricta del cumplimiento ambiental y vial.
El megaproyecto, que contempla una inversión de más de 700 millones de dólares, se ejecutará en un plazo estimado de nueve años y promete generar cerca de 5.000 empleos, según indicó el administrador municipal, Enrique Inostroza.
Las bases del conflicto siguen centradas en el temor vecinal por un crecimiento urbano que, aseguran, no considera la realidad actual del barrio ni su capacidad para absorber una nueva demanda habitacional.