El fiscal adjunto de Los Ángeles, Rodrigo Durán Fuica, actualmente suspendido, está siendo investigado por filtrar información clave a narcos a través de su esposa, la abogada Andrea Romero Jara, quien defendía a miembros de una banda criminal. Así lo revela un informe reservado firmado por la fiscal regional de Ñuble, Nayalet Mansilla.
Entre los implicados está el sicario venezolano Moisés Bastardo Bastardo. Su defensa fue asumida por Romero, junto a su socia Susana Cortés Karmy y otro abogado. Según la indagatoria, coordinaron una supuesta “colaboración eficaz” para reducir las penas de los imputados. Sin embargo, no se logró ninguna detención a partir de la información entregada.
Uno de los episodios más comprometedores ocurrió cuando Romero pidió a su esposo que revisara el estado de dos supuestos traficantes, sin tener acceso legal a esos datos. Durán usó los sistemas internos del Ministerio Público para responderle. “No figuran presos”, contestó por WhatsApp. La fiscalía comprobó que solo él accedió a esos registros ese día.
En otro caso, Romero pidió a Durán detalles de un operativo antidrogas donde defendía a dos mujeres detenidas con 2 kilos de droga. Aunque él pidió prisión preventiva, no apeló cuando el tribunal decretó arresto domiciliario, lo que también fue cuestionado en el sumario. La verdadera defensa la asumió Romero, pero el patrocinio fue firmado por un abogado externo con quien tenían un acuerdo informal.
Los chats también revelan disputas internas entre Romero y su socia por captar clientas, dejando en evidencia un conflicto de intereses.
Durán, por su parte, se ha defendido con recursos judiciales contra fiscales superiores, acusando falta de debido proceso y filtración de información personal. También presentó una querella contra la fiscal Mansilla por usar sus conversaciones privadas en el proceso administrativo.
Hasta ahora, Durán sigue suspendido de su cargo y la Fiscalía Regional de Ñuble no ha entregado declaraciones.