Ñuble registra desempleo del 10,4% entre marzo y mayo: persiste informalidad y brecha de género

La Región de Ñuble cerró el trimestre marzo-mayo de 2025 con una tasa de desocupación del 10,4%, según el último informe de la Encuesta Nacional de Empleo (ENE) publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). El indicador representa un leve aumento de 0,2 puntos porcentuales en comparación con igual periodo del año anterior.

El incremento se explica por un crecimiento más acelerado de la fuerza laboral (3,3%) respecto al aumento de personas efectivamente ocupadas (3,1%). Como resultado, la población desocupada aumentó en un 4,6% interanual.

Mujeres muestran mayor desempleo

El desempleo entre las mujeres se situó en 11,3%, con una disminución de 0,4 puntos porcentuales en doce meses, mientras que en los hombres subió a 9,6%, lo que representa un alza de 0,5 puntos.

A pesar del contexto adverso, se observó un avance en la participación laboral femenina, con un crecimiento del 5,1% en las ocupaciones, superior al de los hombres (1,6%).

En tanto, la informalidad laboral continúa siendo un desafío para la región, aunque presenta señales de retroceso. La tasa de ocupación informal se ubicó en 34,9%, cayendo 2,6 puntos porcentuales en un año. La reducción afectó tanto a hombres como a mujeres, con caídas del 3,3% y 4,8%, respectivamente.

Por sectores, los mayores aportes al crecimiento del empleo provinieron de la industria manufacturera (13,2%) y del rubro de la salud (15,2%). A nivel de categoría ocupacional, el alza se concentró en trabajadores asalariados formales, con un crecimiento del 8%.

Alta subutilización laboral

Un dato preocupante es que la tasa combinada de desocupación y fuerza de trabajo potencial —que incluye a quienes están disponibles para trabajar pero no buscan empleo activamente— alcanzó el 21,9%. Esta cifra evidencia una marcada brecha de género: 27,5% en mujeres versus 17,1% en hombres, con una diferencia de 10,4 puntos.

En resumen, si bien Ñuble muestra signos de recuperación en la generación de empleo formal y una baja en la informalidad, persisten desafíos estructurales como el alto desempleo femenino y la subutilización del capital humano.