Las grabaciones correspondientes al día del trágico accidente entre la lancha “Bruma” y el barco pesquero “Cobra”, ocurrido el pasado 30 de marzo, se encuentran desaparecidas, según informó la Fiscalía a las familias de los siete pescadores que continúan desaparecidos.
De acuerdo con el Ministerio Público, la denominada “caja naranja” del “Cobra” —dispositivo similar a la caja negra de los aviones, que graba imágenes y audio en 360 grados— no conserva registro alguno del día del siniestro. En contraste, las grabaciones de los días anterior y posterior al hecho están intactas.
La situación ha levantado sospechas entre los familiares de las víctimas y ha motivado que el Ministerio Público solicite peritajes internacionales, los que serán realizados en conjunto con el FBI de Estados Unidos, para determinar si hubo manipulación o falla técnica en el sistema de registro.
Sospechas y posturas enfrentadas
Rafael Poblete, abogado de las familias, cuestionó la pérdida del material justo el día del accidente. “Es altamente sospechoso. Los pesqueros de altamar están obligados por ley a registrar todo lo que ocurre en cabina, incluyendo las comunicaciones y movimientos de la tripulación. La ausencia de esa grabación requiere una explicación”, señaló.
Poblete recordó que la Ley 21.446 —conocida como “Ley Supersol”— obliga a las embarcaciones mayores a mantener sistemas de registro continuo, precisamente para esclarecer este tipo de hechos.
Desde el otro lado, el abogado de la tripulación del “Cobra”, Alejandro Espinoza, rechazó tajantemente cualquier insinuación de manipulación. “Los equipos de grabación son administrados exclusivamente por un proveedor certificado por la Armada. No pueden ser intervenidos por terceros, mucho menos por la tripulación”, sostuvo, calificando como “irresponsables” las acusaciones en contra de sus representados.
Espinoza agregó que todos los registros ya fueron incautados por las autoridades y que el barco permanece bajo custodia del Ministerio Público.
Familias exigen verdad y mayor seguridad
Catalina Medel, vocera de las familias de los pescadores desaparecidos, lamentó la lentitud del proceso judicial, pero reiteró que seguirán luchando por justicia. “Queremos romper el pacto de silencio. Espero ser la última hija que tenga que pasar por esto. Seguiremos trabajando por mayor seguridad en el mar y no descansaremos hasta que haya verdad”, afirmó.
La Fiscalía adelantó que no habrá formalizaciones mientras no se conozcan los resultados de las pericias internacionales. El caso sigue generando conmoción en el sector pesquero del Biobío, mientras las familias exigen transparencia y responsabilidades.