Un buque carguero con más de 3.000 vehículos, entre ellos casi 750 electrificados, fue abandonado en altamar tras sufrir un violento incendio que obligó a evacuar a toda su tripulación en pleno océano Pacífico.
La nave, identificada como Morning Midas, navegaba bajo bandera liberiana y era operada por la compañía británica Zodiac Maritime. El incendio se desató la madrugada del 3 de junio a unos 480 kilómetros al sur de Adak, Alaska, mientras el buque se dirigía desde China hacia México.
Según confirmó la Guardia Costera de Estados Unidos, el carguero de 182 metros de eslora transportaba 3.048 vehículos fabricados en China, entre ellos 70 autos eléctricos y 681 híbridos. Aunque inicialmente se habló de 800 vehículos totalmente eléctricos, la cifra fue corregida tras la evaluación preliminar.
Pese a los esfuerzos de la tripulación por contener las llamas, el sistema de emergencia no logró frenar el avance del fuego. Los 22 tripulantes debieron abandonar la nave en botes salvavidas y fueron rescatados por el buque mercante Cosco Hellas.
Actualmente, el Morning Midas permanece a la deriva en el Pacífico, aún emitiendo humo, mientras las autoridades marítimas y la empresa operadora evalúan los pasos a seguir y el posible destino del cargamento afectado.
Este nuevo incidente revive la preocupación sobre los riesgos asociados al transporte marítimo de vehículos eléctricos. En 2022, el carguero Felicity Ace se hundió en el Atlántico con 4.000 vehículos, incluidas unidades de lujo como Porsche y Lamborghini, dejando millonarias pérdidas.
A raíz de estos eventos, algunas navieras europeas, como la noruega Havila Kystruten, han optado por excluir autos eléctricos de sus embarques, alegando riesgos de incendio difíciles de controlar en altamar.