El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reveló nuevos resultados del Censo de Población y Vivienda 2024, destacando que el 61,1% de los hogares en Chile habita una vivienda propia, ya sea completamente pagada (47,3%) o en proceso de pago (13,8%). En tanto, el 26,2% reside en viviendas arrendadas, lo que representa un alza respecto al 17,7% registrado en 2002.
Del total de viviendas particulares ocupadas con moradores censados, un 78,7% corresponde a casas y un 19,9% a departamentos, cifra que en 2002 era de 82,7% y 12%, respectivamente. Este cambio refleja una transformación en el parque habitacional del país, especialmente en regiones como Arica y Parinacota, Metropolitana, Tarapacá y Antofagasta, donde los departamentos aumentaron más de 10 puntos porcentuales desde 2002.
El estudio también revela una importante disminución de mediaguas, pasando de un 3,6% en 2002 a solo 0,3% en 2024.
En cuanto a la calidad de las viviendas, el informe señala que el 95,4% tiene paredes exteriores de material aceptable, y que el techo de un 99,7% cumple con estándares adecuados. El radier con revestimiento es el material predominante en pisos (94,2%).
Las viviendas irrecuperables, es decir, aquellas que deben ser reemplazadas por su estado, se redujeron del 4% en 2002 al 1,1% en 2024. Las regiones con mayor proporción de este tipo de viviendas son Arica y Parinacota (5,4%) y Tarapacá (4,5%), aunque la mayor cantidad total se concentra en la Región Metropolitana (15.590).
Hacinamiento en descenso, pero con focos críticos
El hacinamiento habitacional también muestra una mejora en las últimas dos décadas: de un 17,3% en 2002 a un 6,1% en 2024. No obstante, se advierte que el hacinamiento crítico —más grave— aumentó levemente en los últimos siete años: pasó de 0,8% en 2017 a 0,9% en 2024.
Las regiones con mayor proporción de viviendas con hacinamiento son Tarapacá (10,9%), Arica y Parinacota (8,1%) y Antofagasta (7,9%). En el caso del hacinamiento crítico, las más afectadas son Tarapacá (1,9%), Región Metropolitana (1,3%) y Antofagasta (1,2%).
Los datos confirman importantes mejoras en las condiciones habitacionales del país, aunque persisten desafíos en materia de calidad y acceso a la vivienda, especialmente en las zonas norte y central.