El piloto de rally Felipe Padilla logró suspender provisionalmente el proceso judicial en su contra, tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía, luego de ser imputado por conducir a 231 kilómetros por hora sobre el Puente Llacolén, entre San Pedro de la Paz y Concepción.
El caso, que se remonta a 2024 y generó amplia indignación luego de que el propio Padilla difundiera el video del hecho en redes sociales, dio un giro este viernes cuando ambas partes se reencontraron en el Juzgado de Garantía, un día después de que la Corte de Apelaciones rechazara por segunda vez un recurso que buscaba el sobreseimiento del imputado por prescripción.
En la audiencia, se acordó la suspensión condicional del procedimiento por un periodo de un año, sujeto al cumplimiento de dos condiciones: fijar domicilio e informar cualquier cambio al Ministerio Público, y realizar un pago de $100.000 al Cuerpo de Bomberos de San Pedro de la Paz durante los primeros quince días de junio de 2025.
Este mismo ofrecimiento había sido rechazado por Padilla en diciembre de 2024, cuando se discutía una posible salida alternativa al proceso.
De cumplir con los requisitos estipulados, el caso quedará cerrado sin sentencia y sin dejar registro en su certificado de antecedentes. Padilla deberá acreditar el cumplimiento del pago ante el tribunal.
El piloto, quien regresó esta temporada al campeonato nacional RallyMobil, queda así a un paso de cerrar definitivamente el proceso judicial que lo ha perseguido durante más de un año.