Colegio San Agustín revela fotografías del nuevo papa León XIV durante su visita en 2003

La comunidad educativa del Colegio San Agustín recordó con emoción el paso del entonces prior agustino Robert Prevost por la ciudad, hoy convertido en el nuevo líder de la Iglesia Católica.

La reciente elección del cardenal estadounidense Robert Prevost como papa León XIV generó sorpresa en el mundo católico. Sin embargo, para la comunidad del Colegio San Agustín de Concepción, la noticia adquirió un cariz especial al reconocer en el nuevo pontífice a un antiguo visitante de su institución.

A través de fotografías de archivo, el colegio revivió la visita que Prevost realizó en 2003, cuando tenía 48 años y ocupaba el cargo de Prior General de la Orden de San Agustín. En una de las imágenes se le ve sonriente, rodeado por miembros de la comunidad religiosa y laica, en la Parroquia San Agustín de Concepción.

“Fray Robert Prevost visitó Chile en 2003 en calidad de Visita Canónica como Padre General de la Orden de San Agustín, recorriendo las obras pastorales y educativas de la Orden en todo el país”, señaló Paulina Campos García, rectora del Colegio San Agustín de Concepción, en conversación con BioBioChile.

Durante ese viaje, el actual papa también visitó el Colegio San Agustín de Santiago, la Parroquia Santa Rita de San Fernando, la Parroquia El Buen Pastor de San Pedro de la Paz y el Templo de San Agustín de Santiago.

Claudio Torres, bibliotecario y actual asistente de Pastoral del colegio penquista, recordó a Prevost como “una persona sencilla, amable, carismática y muy afectuosa”.

“Vino a compartir con el personal, a animar el trabajo de los educadores y a fortalecer el espíritu agustino, centrado en la formación en comunidad”, comentó. “Ojalá siga una línea similar a la del papa Francisco. Creo que tiene mucho de eso. El estilo agustino ha sido siempre vivir en comunidad, y esa es una de sus principales características”, añadió.

Las imágenes, ahora parte del archivo histórico del establecimiento, cobran un nuevo valor simbólico para la comunidad educativa, que hoy celebra con orgullo haber recibido, hace más de dos décadas, al hombre que acaba de convertirse en el papa número 267 de la Iglesia Católica.