Desde enero, el gobernador regional del Biobí, Sergio Giacaman, ha desvinculado a unas 70 personas, abriendo concursos para contratar nuevo personal. Esta situación ha generado tensiones con diputados, quienes —según fuentes cercanas— estarían presionando para colocar a sus cercanos como retribución al apoyo entregado en la campaña pasada.
Consultado por estas presiones, Giacaman no las negó y señaló que es normal que le sugieran nombres, pero siempre dentro de los concursos abiertos.
Entre los parlamentarios mencionados están Marlene Pérez, Sergio Bobadilla y Flor Weisse. Pérez negó haber exigido cupos, asegurando que solo busca que el gobernador tenga buenos asesores. Bobadilla reconoció que ha sugerido candidatos, pero dentro de los procesos oficiales. Weisse, en tanto, descartó usar presiones.
Los despidos masivos también responden al escándalo de convenios firmado durante la administración anterior.