El gobernador regional del Biobío, Sergio Giacaman, criticó duramente a su antecesor Rodrigo Díaz, tras conocerse un informe de Contraloría que detectó desorden financiero en el Gobierno Regional.
El documento reveló irregularidades en gastos y transferencias, además de saldos sin rendir ni reintegrar en dos cuentas corrientes. Giacaman aseguró que recibió un «nefasto legado» y, en respuesta, implementó un comité para cerrar definitivamente programas cuestionados y dio inicio a juicios civiles, en el marco del caso convenios.
El informe también denunció el uso del edificio del GORE para campañas políticas. Se identificó a la exconsejera y excandidata a gobernadora Ana Araneda grabando videos de campaña en dependencias institucionales. Además, se comprobaron actividades proselitistas de los consejeros regionales Luis Santibáñez, Pedro Venegas, Enrique Krause y Roberts Córdova, según registros en redes sociales.
Ante la posible vulneración de la normativa sobre gasto electoral, Giacaman instruyó nuevas medidas de control. Finalmente, señaló que su administración trabaja para recuperar la reputación del Gobierno Regional y enfocar los recursos en prioridades reales.