FOTORREPORTAJE DE PRIMERAHORA.CL
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Laurencia Contreras fundó el conservatorio que lleva su nombre después del terremoto del 39. Ella realizó clases en el conservatorio de Alfonso Izzo, el cual se derrumbó producto del sismo y muchos músicos quedaron solos.
En 1940, Laurencia utilizó una pequeña sala donde tomó esos alumnos que habían quedado sin un espacio para aprender y los comenzó a formar. Desde enero de 1941 hasta 1985, este conservatorio rindió exámenes válidos para quienes aspiraran a seguir estudios profesionales de música.
Comenzó dictando un Curso de Iniciación Musical Infantil (Kínder Musical), pionero en Chile, y otro de Iniciación en Piano. Luego, en 1974 se incorporaron cursos de Violín, Flauta, Guitarra, Canto Lírico y Coro de Niños, con algunas intermitencias.
Exequiel Pardo, profesor de canto lírico del Conservatorio, explicó que, hasta antes de la pandemia, este espacio tradicional de Concepción, con 83 años de trayectoria, contaba con una gran cantidad de alumnos, más de 200, sin embargo, esa realidad ha cambiado.
“Las dificultades son a nivel general no tan solo en el caso del canto, está pasando esto por algo económico. Hasta antes de la pandemia nuestro edificio estaba colapsado, no teníamos sala, había horarios donde no estábamos disponibles, estábamos llenísimos. Terminada la pandemia y lo mal que estuvimos económicamente hoy tenemos una baja de alumnos muy importante. Yo antes tenía 14 estudiantes y hoy tengo 4. Es una dificultad sostener una academia por la cantidad de alumnos”.
Respecto a la disparidad de género, cree que las oportunidades son iguales para todos, y que hoy también se da la inclusión de distintos géneros. Agrega que el talento regional siempre ha sido muy sobresaliente. “Hemos visto alumnos nuestros brillando en Santiago, en el Teatro Municipal que es la mayor plaza que tenemos a nivel nacional, en los festivales de canto, en los festivales de San Pedro de la Paz, liricos, entre otros, bastante bien el talento regional”, comenta Exequiel Pardo. Por ello, añade, que las autoridades tienen que darle mas realce a este arte que no es privativo de las personas más educadas o que tuvieron la oportunidad, todos tiene la misma opción de audicionar y cantar una obra, un concierto, un recital como solista, etc. Tenemos cantantes por todas partes del mundo demostrando gran valor y mucho talento”.
Nicole Ursic, es estudiante de canto desde hace 5 años, hoy tiene 19, y argumenta que siempre le ha gustado cantar, pero sentía que no lo hacía de buena forma. Esta experiencia le ha servido para su autoestima y para desarrollarse mejor.
Los alumnos que asisten al conservatorio son diversos, tanto en las opciones musicales que tocan, así como algunos que quieren dedicarse al arte versus otros que solo quieren aprender de forma recreacional. “Hay dualidad de alumnos, algunos que pretenden hacer carrera de esto como los que son melómanos, que les gusta la música y el canto, y solo pretenden mejorar, no dañarse y no cantar a nivel profesional. Hoy hay algunas instituciones que el plus de ellos es darles cabida a cantantes que van a hacer carrera, sin embargo, en nuestro conservatorio tenemos las dos opciones. He tenido alumnos que profesionales o que estén estudiando carreras como odontólogos, psicólogos, abogados, arquitectos, que solo quieren mejorar su calidad vocal o que les dijeron tú cantas bien, se les atiende como todos los alumnos, disfrutan la experiencia y deleitan al público con su voz», asevera Exequiel Pardo.