La puesta en escena es de temática feminista y convoca a mujeres de todas las edades.
La propuesta se caracteriza por su impronta musical y convierte en estrellas del punk a las destacadas actrices Patricia Cabrera, Daniela Ortiz y Carolina Aguilera, junto al actor Oscar Oviedo. “Este es el gran valor de la obra, porque pone a un grupo de actores a hacer música. En términos de dirección, la musicalidad, la música incidental, emana desde dentro de la obra. Son los mismos actores los encargados de musicalizar el texto, algo que me parece super bonito”, dijo Juan Pablo Fuentes, director del montaje.
Sus temáticas son punk, feminismo y construcción social, en la puesta en escena llamada “Sebosa Vulvas en Punk”, de la dramaturga Gisel Sparza. Pone en discusión distintos puntos de vistas sobre el tema, “sin ser una obra cansadora en términos ideológicos, donde efectivamente se defienden cuatro puntos de vista sobre los distintos feminismos. Siento que es una obra que convoca mucho a las mujeres de todas las edades, no solo mujeres jóvenes”, explicó Juan Pablo.
La versión número 13 del Festival ha brindado una oportunidad a los trabajadores de las artes escénicas de la Región, lo que fue destacado por el director de la obra: “Me parece una gran labor la del FTB, además de traer obras de teatro de Santiago que ayudan a complejizar un poco el entramado cultural de la ciudad; también en paralelo a eso las convocatorias que permiten la participación de ciudadanos, me parece bien desacralizar un poco la práctica del arte a solo personas que fuimos formadas a abrirlo a personas que tienen intereses artísticos”.
La actriz penquista Javiera Crisosto -quien participó en obra “Soto Tapia”, de Colectivo la Intrusa en coproducción con Teatro La Obra- destacó también la labor del festival en la Región. “Creemos que el FTB es una plataforma importantísima en el Biobío, tanto por su programación, como porque es uno de los pocos que se ha podido mantener en forma constante”, comentó.
Para la directora ejecutiva del FTB, Muriel Miranda, uno de los aspectos más positivos de esta versión fue el Encuentro de Programadores: “Que los artistas locales hayan podido mostrar y exponer sus obras, dialogar con programadores nacionales e internacionales, y abrirse a nuevas posibilidades de encuentro, intercambio y colaboración, ha sido fundamental este año”, y agregó que esta nueva arista se realizaría de forma digital, pero “lo adaptamos a que fuese presencial, lo que ha sido muy asertivo y los primeros resultados se verán muy pronto”.